EXCESOS
Colaborador.
La historia es por excelencia la mejor herramienta para estudiar los acontecimientos y hechos que pertenecen tanto al pasado y que aportan la vida y desarrollo de las sociedades desde sus orígenes hasta lo que se conoce como la historia contemporánea. Por ejemplo, los excesos de quienes han “guiado” los destinos de las sociedades, incluyendo los excesos y como estos inciden en la colectividad. Así pues lo citaba Francisco de Quevedo, escritor del Siglo de Oro de la Literatura: “ El exceso es el veneno de la Razón “. Lo cual está presente hoy día en el momento socio político. Basta escuchar a miles de salvadoreños apoyar y defender a funcionarios que irrespetan de forma reiterada la Constitución cuando esos mismos están sujetos por ley a cumplirla.
Ahora bien, esto recuerda a episodios pasados como citábamos al inicio, por ejemplo: Nerón Claudius César (37d.c-68d.c) en el que su gestión evidenció la obsesión por las conspiraciones hacia su poder en el que la “imaginación” sobrepasaba lo normal y se traslada a lo demencial y compulsivo llamado por sus “detractores”:
EL REINO DEL TERROR
Estos personajes han sido referentes en el Historia actual basta ver cómo han adoptado para sí dicho estilo y personalidad altamente cuestionado en el que el odio de la soberbia esta labrada sus expresiones tales como: “ Les guste o no les guste”, “ Yo soy tu Presidente”, “ Me van a ver así llueva, truene o relampaguee”. Dichos patrones emocionales reflejan la nula capacidad y vacío de liderazgo en ciudadanos elegidos. Y es que el espíritu de estos agentes públicos se nutre de aduladores quienes gustan embriagarse por el soplo de sus intereses apátridas para mantenerse en el poder haciendo uso de campañas hacia las masas y hacerles creer que lo injusto es justo, que la mentira y calumnia es parte esencial para lograr metas obscuras por el absoluto poder en medio de pérfidos casos de corrupción los cuales orillan más a El Salvador al abismo de la Impunidad. Y es que tolerar los excesos de los gobernantes sostenida en esa codicia galopante implica olvidar de la realidad que avasalla a la sociedad.
Ya, Hobbes en sus escritos cincelaba que las leyes se habían creado precisamente para frenar esos deseos irrefrenables de los mandatarios y ciudadanos; porque de no ser así el final (trágico) sería el caos de unos y otros. Todo exceso es grave y si se trata de bienes y recursos estatales los cuales son administrados sin transparencia aún más. Por ello es determinante aplicar la ley contra funcionarios deshonestos que amasan fortunas sobre generaciones hipotecadas. Y es que el estado Salvadoreño navega débilmente con instituciones estériles en materia de auditoria: Fiscalía General, Corte de Cuentas etc.
La falta de voluntad de estas instituciones fomenta en medida las ilegalidades actuales. De ahí, que el ejecutivo ha asumido atribuciones extraordinarias inconstitucionales las cuales frenan las complejas dinámicas.
No es buscando el poder absoluto como se consensa ni otorgando facultades irrestrictivas ya que están solo socavan más la Democracia y expanden las anormalidades en una sociedad cada vez mas polarizada. Pretender cambiar la constitución por caprichos o incitar a desconocer los otros poderes que integran el Estado es cercenar posibles acuerdos de nación en ecuaciones aun sin resolver técnicamente y no electoral como: finanzas estatales, tema previsional etc.
Es urgente derribar esas mentalidades que creen en la inexistencia de las leyes, algo solo visto en el mundo animal donde prevalece la ley del más fuerte , gana el más fuerte pero no existe ley de convivencia ni racionalidad alguna . Vivir bajo la Ley genera paz social y progreso económico. Pues el hombre no puede vivir solo ya que existen las leyes, lo que Rousseau llamó “contrato social”. De otra forma la humanidad viviría sumida en el salvajismo!!!
Somos gente de bien, somos gente de derechas.
Excelente artículo
ResponderEliminarLa institucional del pais esta cada vez mas amenazada ante la falta de acuerdos basados en la racionalidad.
ResponderEliminarMe gustó la relación que hizo entre la Historia, Teoría y la Realidad Nacional.
ResponderEliminarMe gustó mucho
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